Después de alcanzar un éxito significativo, algunos actores conocidos admitieron haber experimentado el “mal de la celebridad”, que resultó en la pérdida de su fama, sus familias y sus carreras. Sin embargo, no todos pudieron superar este desafío. Algunos finalmente se dieron cuenta de la necesidad de priorizar sus carreras sobre la fama.
Uno de esos actores fue Jim Carrey, quien luchó contra la fiebre de la celebridad al principio de su carrera, lo que llevó a la ruptura de su matrimonio. Su ascenso a la fama llegó con el éxito de “Ace Ventura”, que le trajo reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, su fama duró poco y comenzó a exhibir un comportamiento errático.
Después del divorcio, Jim se volvió a casar, pero la unión duró poco. Finalmente, decidió aceptar su soltería y se dio cuenta de la importancia de apoyar las actividades artísticas de su hija, lo que la llevó a desarrollar una pasión por escribir novelas después de su amor por la música.
A pesar de vivir con su madre después del divorcio, la niña comparte un fuerte vínculo con su padre y prefiere no ser reconocida únicamente como la hija del actor. Por otro lado, Jim Carrey, según se informa, se cansó de su estrellato y mantuvo una presencia limitada en las redes sociales, principalmente para estar al tanto de la vida de su hija. Sin embargo, sus apretadas agendas limitan la frecuencia de su comunicación.