Este valiente joven emprendió una aventura extraordinaria, cubriendo una impresionante distancia de casi 3000 kilómetros para reunirse con su querida abuela.
Presentamos a este compasivo y determinado escolar, que comenzó su viaje junto a su padre el 20 de junio, con el único propósito de llegar a Phil, donde reside su abuela llamada Rosemary.
Su notable expedición los llevó a través de los diversos paisajes de Suiza, Italia y Francia. Este increíble viaje resultó ser tanto exigente como invaluable, dejándolos con una serie de experiencias inolvidables.
Navegando por montañas, atravesando bosques salvajes en sus bicicletas e incluso cruzando ríos en velero, el dúo padre e hijo demostró una notable resistencia. El alojamiento era donde se presentaba la oportunidad: albergues, iglesias y campamentos se convirtieron en sus hogares temporales.
Después de un desafiante pero inspirador viaje de 93 días, finalmente llegaron a su destino. Su determinación culminó en un conmovedor reencuentro con la querida abuela, marcando un encuentro largamente esperado y profundamente emocional.
La importancia de su duradero vínculo se evidenció en la palpable alegría de su reunión, dejando a nadie indiferente ante la profunda belleza de su sincero viaje.