El pobre gato no tenía adónde ir
Todo sucedió en un pequeño pueblo, cuando los dueños anteriores de este adorable gatito lo tiraron de su auto y se marcharon. Aunque el pobre animal trató de seguir su vehículo, fracasó y perdió la esperanza de salvarse.
El gatuno no tenía dónde quedarse, así que se metió en un bote de basura y se quedó allí unos días, luego al ver que nadie lo ayudaba, se bajó y comenzó a buscar comida en las calles.
Afortunadamente, un hombre amable lo notó, lo alimentó y trató de llevarlo a un refugio. Pero el animal asustado no permitió que el hombre lo tocara.
Decidió contactarse con un grupo de rescate, pensando que así socializarían mejor con él.
Cuando llegaron los rescatistas, intentaron ganarse el corazón del gato con golosinas, pero fracasaron. Luego de unas horas, lograron ganarse su confianza y lo llevaron al albergue.
Después de recibir todo el tratamiento y cuidado adecuado, el dulce animal comenzó a sentirse mejor.
Ahora tiene un hogar amoroso con dueños cariñosos y devotos.
¡Él es feliz y despreocupado!