Quería llevar a su hija al altar!
Independientemente de las dificultades que la vida le ha traído a Doug, siempre ha encontrado la calma en su creencia.
La vida nos trae muchas sorpresas, y algunas personas tienen pruebas difíciles que pueden quebrantarlas o hacer que su fe sea más poderosa.
Para un pastor en Craig, Colorado, un día común en 2017 se convirtió rápidamente en algo repentino. Tuvo un accidente y casi muere. Sin embargo, sabía que Dios lo estaba observando.
Lisa y Doug Zirkl eran una pareja muy conocida en su área. La comunidad evaluó su gran generosidad así como su extrema simpatía. Doug ha sido pastor durante veinte años y amaba a la congregación de su Iglesia Bautista Grace Mission.
En julio de 2017, la pareja planeó entregar el Jeep de Doug a Victory Motors en Craig para reparaciones menores. No dudaron que este empujón podría ser el definitivo en sus vidas.
Liza salió de su casa diez minutos antes que su esposo. Unos minutos más tarde, cuando se dio cuenta de que él todavía no había venido, se molestó. Liza dijo;
“Cuando esperé 45 minutos, pensé que algo andaba mal”.
Lisa subió al auto y comenzó a buscar a su esposo, pensando que él podría haberse apresurado a ayudar a alguien en la capilla sin decírselo. Cuando llegó a casa, recordó una aplicación que habían instalado en sus teléfonos que les permitía rastrear las ubicaciones de los demás.
Cuando revisó la aplicación, su corazón se detuvo. Doug estaba a 10 millas al oeste de Craig y sabía que estaba en peligro. Empezó a orar por su esposo, sin saber que ya habían ocurrido muchas maravillas. Lisa confió.
“Pensé, ‘Dios, ¿qué está pasando?’
Como receptor de un trasplante de riñón diabético, tuvo una reacción a la insulina mientras conducía, lo que resultó en un accidente. Su jeep voló sobre un terraplén, dejando el auto sumergido ya punto de explotar.
Él también estaba en mal estado y estaba a punto de morir solo. Felizmente, dos extraños de buen corazón presenciaron el accidente e instantáneamente acudieron en su ayuda. Sacaron a Doug de entre los escombros y llamaron a una ambulancia.
Lo llevaron al Craig Memorial Hospital, y debido a que su esposa pudo encontrarlo rápidamente, lo trasladaron al University of Colorado UC Health Hospital en lugar de Grand Junction; era otra maravilla.
Debido a su estado de salud, Doug tuvo que ir a un centro médico equipado para tratar la diabetes. Los especialistas de la Universidad de Salud UC en Colorado estaban al tanto de su estado y podrían haberlo atendido mejor.
El pastor pasó más de diez días en cuidados intensivos y siete semanas en otro centro médico. Todos estaban agradecidos y asombrados de que sobrevivió a esta terrible experiencia.
Uno de los médicos dijo;
“Su cónyuge debería haber fallecido, pero no lo hizo”.
Cuando el pastor volvió en sí, contó un incidente inexplicable. Doug dijo;
“Vi algo brillante. Fuera lo que fuera, parecía tener algo que ver con Dios. Pensé que estaba muerto. Entonces me desperté con mis cuatro hijos. Es lo más hermoso que podrías desear”.
Doug estaba en problemas y tuvo varias operaciones exitosas, pero perdió la capacidad de caminar. Necesitaba mucha cura física y se dio cuenta de que no sería un asunto fácil. Independientemente de los peligros que enfrentó, Doug cumplió uno de los deseos de su corazón.
Él dijo;
“Tengo el deseo de llevar a mi hija por el callejón”.
Iba a casarse, pero los médicos no estaban seguros de si los nervios de Doug sanarían con el tiempo.
Aseguró el cariñoso papá.
“No sabía si estaría lista para esta boda o no”.
Pero mientras yacía en su cama de hospital en Denver, se hizo una promesa a sí mismo ya su hija, Rachel Circle Miller. Cirujano SJ
Klek dijo;
“Para Doug, todo se redujo a su inspiración y deseo de llevar a su hija por el callejón. Nosotros, la comunidad médica, hicimos lo que teníamos que hacer, pero el resto realmente dependía de Doug”.
Doug asombró a todos, involucrando a los médicos. El pastor demostró que la fuerza de la oración es capaz de vencer los mayores obstáculos y su relato es una fiel prueba de ello.
Once meses después del horrible suceso, su hija se emocionó cuando tomó su mano en el Central Park de Nueva York.
Era el día de su boda tan esperado. Siempre soñó con ir por el callejón al lado de su papá. Un sueño que casi nunca se hizo realidad. Él lo dijo.
“Sabía que esto vendría y es increíble pensar lo que hizo para llegar a este punto”.
Independientemente de las dificultades que la vida le ha traído a Doug, siempre ha encontrado consuelo en su fe. Nunca perdió su contacto con Dios y se mantuvo agradecido por las muchas maravillas en el camino.
Lo que debería haberlo reprimido fracasó. Pastor dijo;
“El Señor estaba conmigo. Nunca he estado tan seguro de la existencia de Dios”.
La esposa estuvo de acuerdo, diciendo;
“Han ocurrido tantas maravillas. Nos sentimos tan bendecidos”.
La historia de Doug es esperanzadora y motivadora. Le deseamos a él y a su familia muchos años de alegría y salud, siempre juntos.